
Un pájaro vivía en mí. 
Una flor viajaba en mi sangre. 
Mi corazón era un violín.
Quise o no quise.
Quise o no quise.
Pero a veces me quisieron. 
También a mí me alegraban: 
la primavera, las manos juntas, lo feliz.
¡Digo que el hombre debe serlo!
Aquí yace un pájaro.
¡Digo que el hombre debe serlo!
Aquí yace un pájaro.
Una flor. 
Un violín.
Juan Gelman 
Pintura: Almond branches in blossom, Van Gogh
Ante la belleza de gelman, sólo emoción y relectura, porque en cada vez hay algo nuevo para descubrir.
ResponderBorrarQué preciosidad de poema...
ResponderBorrarSiempre eliges joyas para dejarnos aquí.
Mil gracias
Un fuerte abrazo
( Una vez más me descubres un gran poeta, Beatriz, gracias infinitas)
precioso el poema de Gelman, y el Van Gogh genial.
ResponderBorrarUn conjunto perfecto