
Los tejados se inclinan 
bajo el peso de las lluvias 
de infinitos inviernos. 
Frente al violento resplandor 
de los árboles frutales 
una anciana dormita en la cocina. 
Duerme porque ya hay demasiado tiempo, 
porque ya no hay esposo, 
ni hijos, ni fuego en la cocina. 
El tiempo ha sido demasiado largo.
Teillier
Pintura: La abuela Albert Anker
Será así nomás, que finalmente, el tiempo es demasiado largo?
ResponderBorrarQUé terrible verdad!
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