
En cada respirar huye la vida
como se escurre el agua que tocamos.
No deja casi rastro ni señales,
sólo la sensación que se evapora
cuando las gotas del agua recogida
vuelven a ser del río que creímos
entre las manos tener por un momento.
Carmen Arduña en el blog de Antón
Pintura: Peder Kroyer
Pedazo de pintura amiga Beatriz, impacta mucho.
ResponderBorrarEl texto al leerlo dan ganas de seguir conociendo más, y así, me he ido al anlace que pusiste. Me ha encantado!
Gracias!
se va escapando de puntillas, sin que notemos su huida.
ResponderBorrarbesos ser sensible...
Bellísimo! Por suerte también nos queda la inspiración.
ResponderBorrarUn beso Beatriz!