un bosquecillo de fragantes cedrones 
el vaho del té
la casa se estremece 
pule tu haiku como a una piedra dura Carlos Spinedi
Pinturas:
M. King
M. Henri
2 pintores rusos
R. Leech.
Me levanto con el corazón arrugado y perezoso.
Sueños ocultos pueblan la vieja vereda.
En el portal entreabierto
El tiempo es un pájaro azul que vuelve en primavera
Anoche le pregunté a la luna acerca de mi Luna,
le hice mi única pregunta para el mundo visible:
¿en dónde está Dios?
la luna respondió:
“soy el polvo que Él levantó a su paso.”
Solitario camino rural
Aparecen lejanas luces como débiles tañidos de guitarras...
El pozo se aniega de hojas de castaños...
Alguien cierra las ventanas
“Fue Melchor quien la puso en mi ventana
me monté al despertar sobre sus alas
¡Era azul, como azul eran los días
Era la luz, mi bicicleta luz;
las fantasías en su plenitud,
Era la luz, mi bicicleta luz,
...Todo el jardín es una luz apacible
Cuando el geranio estalla en la ventana
el crepúsculo absorbe del geranio
un destello fugaz que incendia el ojo
y deslumbra la sed de su agonía
Cuando el geranio estalla en la ventana,
estallo yo también en la maceta
que aprisionaba el
en su cárcel azul de arcilla triste.
Ahora que se expande el estallido,
la
de estar en el fulgor de la ventana
cuando el geranio estalle en el poema.
En un bastidor pequeño
la bordadora de luz,
a medios puntos de cruz
cantando borda los sueños.
Y de puntada a puntada
transida va a descansar,
pero en su mismo lugar
siguen bordando las hadas.
Hasta que vuelva mañana
la bordadora de luz
y a medios puntos de cruz
siga bordando en mi alma.
El verano se acaba.
Venía, jubiloso, por los campos
Dispuso que las sombras se apartaran
Se hicieron inmensas las mañanas,
