las veredas del sur empedrado
la puerta con su reja y el gastado aldabón,
el patio y la cocina.
Las plantas, el ladrido y la vecina parra,
el gris del techo acanalado.
Los ecos del ayer recuperado,
pues no todo esta vida lo termina.
Las frases más calladas y sonoras,
los breves días y las largas horas,
las que se fueron, las que se quedaron.
La nostalgia del hombre mientras pasa
y la voz de los rostros de la casa
siguen conmigo, nunca me dejaron.
(José Santomingo)

Hermoso poema, no conocía al autor, gracias por presentarmelo.
ResponderBorrarHe visto tu casa con cada imagen, cada historia y me invade la nostalgia y me gusta esta sensación de recordar los más temblorosos recuerdos.
Agradecida por tu visita.
Es un placer conocerte.
Te abrazo
Hola,
ResponderBorrarEstoy visitando tu espacio y sinceramente me parece muy interesante.
Creo que el rescate de la memoria casi siempre parte desde nuestros orígenes y puedo ver que estas iniciando tu propa búsqueda desde allí.
Muchos saludos
Diana
Increíble y nostalgioso poema a nuestras raíces, me reconforta, me hace bien.
ResponderBorrarUn beso amigo
Precioso poema.
ResponderBorrarUn biquiño gallego
(Un beso gallego)
me quedo con:
ResponderBorrar"siguen conmigo, nunca me dejaron"
Sabor dulce en la boca...