De nuevo hacia esa calle y esa esquina
las veredas del sur empedrado
la puerta con su reja y el gastado aldabón,
el patio y la cocina.
Las plantas, el ladrido y la vecina parra,
el gris del techo acanalado.
Los ecos del ayer recuperado,
pues no todo esta vida lo termina.
Las frases más calladas y sonoras,
los breves días y las largas horas,
las que se fueron, las que se quedaron.
La nostalgia del hombre mientras pasa
y la voz de los rostros de la casa
siguen conmigo, nunca me dejaron.
(José Santomingo)
foto: Matías Vieira
Hermoso poema, no conocía al autor, gracias por presentarmelo.
ResponderBorrarHe visto tu casa con cada imagen, cada historia y me invade la nostalgia y me gusta esta sensación de recordar los más temblorosos recuerdos.
Agradecida por tu visita.
Es un placer conocerte.
Te abrazo
Hola,
ResponderBorrarEstoy visitando tu espacio y sinceramente me parece muy interesante.
Creo que el rescate de la memoria casi siempre parte desde nuestros orígenes y puedo ver que estas iniciando tu propa búsqueda desde allí.
Muchos saludos
Diana
Increíble y nostalgioso poema a nuestras raíces, me reconforta, me hace bien.
ResponderBorrarUn beso amigo
Precioso poema.
ResponderBorrarUn biquiño gallego
(Un beso gallego)
me quedo con:
ResponderBorrar"siguen conmigo, nunca me dejaron"
Sabor dulce en la boca...