AL cabo son muy pocas las palabras
que de verdad nos duelen, y muy pocas
las que consiguen alegrar el alma.
Y son también muy pocas las personas
que mueven nuestro corazón, y menos
las que lo mueven mucho tiempo.
Al cabo, son poquísimas las cosas
que de verdad importan en la vida:
poder querer a alguien, que nos quieran
y no morir después de nuestros hijos.
Amalia Bautista
Pintura: Angelus, Millet
Tres deseos y ese Millet...¡¡¡sensacional!!!
ResponderBorrarSoberbia entrada,
ResponderBorrary además, hoy la aprecio especialmente.
Mil gracias.
Un beso
"No morir después de nuestros hijos".
ResponderBorrarEs una frase raramente dicha, pero profundamente arraigada en todos.
Ni quiero ni imaginar una realidad distinta.
Un abrazo.
Gracias Guanaco y Only Mary por sus comentarios.
ResponderBorrarBienvenido Esteban,te he leído en blogs amigos y me alegro que hayas aparecido por mi blog.
Modestia aparte, encuentro preciosa esta entrada gracias al genial Millet y a esos tres deseos tan lógicos y naturales.
Un abrazo grande a los tres.
Linda imagen.
ResponderBorrarSabios los deseos.
Abrazos.