Señor: ya es la hora. Muy largo fue el verano.
Tiende tu sombra sobre el solar reloj,
y suelta a los vientos sobre el campo.
Manda a los tardíos frutos que se colmen;
concédeles dos días más de sol,
empújalos hacia su plenitud y pon
la última dulzura en el cargado vino.
Quién ya hogar no tiene, no lo construirá.
Quién solo esté, por mucho solo quedará,
sabrá velar, leer, epístolas escribirá
y por errantes sendas
inquieto vagará, mientras las hojas baten.
Rainer Maria Rilke
Traducción: Elena Salajan
Pintura: Fern Coppedge
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarTienes razón,es hora de que llegue el otoño, acá en Santiago aún es verano.
ResponderBorrarmuy bueno el poema de Rainer Maria Rilke, y la pintura preciosa de un autor desconocido para mi.
Gracias por darnos a conocer tanta belleza.
Saludos
Cuanta belleza mi Dios!!
ResponderBorrarLa pintura es alucinante, no conocía tampoco este artista, y Rilke es delicioso siempre..
Gracias, me encanta llegar hasta aqui!!
Preciosa pintura del otoño, en los colores y las letras.
ResponderBorrarTe dejo un abrazo
esta pintura acompañando sus letras ayudan a volar y tal vez a pensar en las generosidades del otoño.
ResponderBorrar