Gracias Mariluz, he tenido uno días ajetreados, quiera Dios que todo salga bien. A veces me siento como llevando ese elefante en mi espalda. Gracias a Uds. por sus visitas al blog que está un poquito abandonado por las circunstancias.
Y cuándo es imposible aligerarla??? ¿Quién puede deshacerse del elefante? (Tal vez si nos tiramos al agua y empujamos nadando...)
Un abrazo, Beatriz. ¿Sabes sobre san Judas Tadeo? No creo demasiado en santos ni milagros pero san Judas me porfía, se empeña en llevarme la contraria y demostrarme lo equivocada que estoy.
Fue mi devoción en otros tiempos cuando le pedí por una causa imposible... ahora tenemos a San Expedito el de las causas urgentes e imposibles. Gracias Ana, todo va mejorando.
Es muy agradable visitarte, siempre maravillosas imágenes, siempre preciosas palabras y pensamientos en los que detenerse. Gracias por tener este lugar. Nubia
Y qué difícil , a veces, saber cómo hacerlo...
ResponderBorrarUn abrazo fuerte,
gracias por estar cada día con nosotros, Beatriz
Gracias Mariluz, he tenido uno días ajetreados, quiera Dios que todo salga bien.
ResponderBorrarA veces me siento como llevando ese elefante en mi espalda.
Gracias a Uds. por sus visitas al blog que está un poquito abandonado por las circunstancias.
Y cuándo es imposible aligerarla???
ResponderBorrar¿Quién puede deshacerse del elefante? (Tal vez si nos tiramos al agua y empujamos nadando...)
Un abrazo, Beatriz.
¿Sabes sobre san Judas Tadeo? No creo demasiado en santos ni milagros pero san Judas me porfía, se empeña en llevarme la contraria y demostrarme lo equivocada que estoy.
Fue mi devoción en otros tiempos cuando le pedí por una causa imposible... ahora tenemos a San Expedito el de las causas urgentes e imposibles.
ResponderBorrarGracias Ana, todo va mejorando.
Es muy agradable visitarte, siempre maravillosas imágenes, siempre preciosas palabras y pensamientos en los que detenerse. Gracias por tener este lugar.
ResponderBorrarNubia