blog de rescate de la historia familiar, de la patagonia, vivencias, recuerdos, arte y poesía
Así es ,si esas incòmodas lluviecitas no existieran los campos morirían de sed.Hasta nuestra piel quedaría apergaminada.Es necesario un otoño lluvioso para una primavera fértil
Así es ,si esas incòmodas lluviecitas no existieran los campos morirían de sed.
ResponderBorrarHasta nuestra piel quedaría apergaminada.
Es necesario un otoño lluvioso para una primavera fértil