Grave, inmovilidad del silencio,
la raya el cacareo del gallo,
también la pisada de un hombre de labor,
pero continúa el silencio.
Luego, una mano distraída sobre mi pecho
ha sentido el latido de mi corazón.
No deja de ser sorprendente.
Y de nuevo –oh los antiguos días!-
mis recuerdos, mis dolores,
mis propósitos caminan agachados
a crucificarse en los senderos
del espacio y del tiempo.
Neruda
Pintura: Levin Dmitri
Qué apacible!!!
ResponderBorrarUna belleza la imagen, adoro los verdes -en realidad los odio, pero me encantan- casi nadie los usa tan bien como aquí...
Great !!!
ResponderBorrarContinua Neruda: "Así se puede transitar con facilidad"
ResponderBorrarSi, la luminosidad de las imágenes nos facilitarán, sin duda, transitar esta breve semana laboral.
Un abrazo, prima!
Ay Ana, no te entiendo ¿los amas o los odias? a ya sé...te encantan.
ResponderBorrarTu color es el rojo si no me equivoco.
Gracias Agnicy.
Gracias por el aporte Clarissa.
Amanece y llueve por acá.
En el silencio de la mañana campestre y sobre todo entre el verde profuso y de distintos tonos generalmente oímos demaciado...para nuestra humana resistencia.
ResponderBorrarEn el silencio de la mañana campestre y sobre todo entre el verde profuso y de distintos tonos generalmente oímos demaciado...para nuestra humana resistencia.
ResponderBorrar