Esas mañanas de domingo,
en invierno,
a primera hora:
las calles recién regadas,
el aire fresco,
limpio,
el olor a cruasán de las cafeterías,
la locura
de los pájaros...
Como si la vida
te dijese:
mira, aquí me tienes,
vuelve a intentarlo.
en invierno,
a primera hora:
las calles recién regadas,
el aire fresco,
limpio,
el olor a cruasán de las cafeterías,
la locura
de los pájaros...
Como si la vida
te dijese:
mira, aquí me tienes,
vuelve a intentarlo.
Karmelo Iribarren
Pintura:Ken Harris
De acuerdo. Mañana domingo, día del padre aquí, lo volveré a intentar.
ResponderBorrarLos vencejos están desenfrenados
ResponderBorrarMe lo plantearé así.... mira, aquí me tienes, vuelve a intentarlo...
ResponderBorrarNo podeis imaginar lo que me gusta pasear por las ciudades a primeras horas de la mañana, si no hay nadie por las calles, mejor que mejor, la ciudad entera para mí, pasear despacio, descansar en esa cafeteria que sube ya la persiana y comienza a hacer el café y seguir paseando. Si la imaginación vuela , daria para varias novelas, qué hara la gente a estas horas en sus casas?, y si la ciudad tiene mar, ya descanso en la playa hasta que el sol comienza a molestarme con su calor.
eva
Y siempre hay que intentarlo, siempre. Un saludo,
ResponderBorrarPor acá también es el día del padre Marcelo. Suerte en el intento.
ResponderBorrarMe imagino Ana, por este invierno no se escucha ningún canto.
ResponderBorrarSe viene este poeta Karmelo Iribarren, un nuevo descubrimiento.
Eva, coincidimo una vez más, me encanta salir temprano los domingos, la ciudad duerme, salgo en bici y me encuentro sólo con los deportistas.
ResponderBorrarEl aire fresco, el pan, el periódico...y volver a intentarlo.
Siempre Rive, no bajar nunca los brazos.
ResponderBorrarUn abrazo a tod@s.
Intentar en momentos difíciles como en el medio de una cruda mañana invernal ,con el resto de calor de amor que conservamos en el corazón.
ResponderBorrarAsí es Ana María, hay que conservar calorcito para esos días.
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