Esos días de papel en blanco, como un lienzo en blanco, duro desafío, hasta los grandes escritores les sucede, pero solo ellos son capaces de escribir un poema con la pagina en blanco .
Sí, Francisco, qué hermosa pluma, me encantan, yo acostumbraba a escribir con ellas, hoy casi no se encuentra gente que las use. He visto sólo a los notarios firmar con pluma fuente. Un abrazo y ánimo.
Déjame, pensamiento, déjame, mañana seré tuyo, volveré a ser tu presa. Pero hoy, mientras la luz araña en los árboles y pide una oportunidad, quiero que me recoja la inútil primavera.
A la casa del frío regresaré mañana, cuando el tiempo exponga sus razones y el corazón pregunte lo que falta por ver, cuántos latidos pueden quedarle para detenerse. Luis García Montero
Esos días de papel en blanco, como un lienzo en blanco, duro desafío, hasta los grandes escritores les sucede, pero solo ellos son capaces de escribir un poema con la pagina en blanco .
ResponderBorrarQue hermosa pluma.
Si lo escribió en uno de esos días se contradijo. Los días improductivos de Zagajewski han de ser geniales igualmente.
ResponderBorrarSí, Francisco, qué hermosa pluma, me encantan, yo acostumbraba a escribir con ellas, hoy casi no se encuentra gente que las use. He visto sólo a los notarios firmar con pluma fuente.
ResponderBorrarUn abrazo y ánimo.
jaja cierto Ana, que días vacíos ni nada, hasta cuando habla, A.Z. debe estar creando un poema.
ResponderBorrarDéjame, pensamiento, déjame...
ResponderBorrarDéjame, pensamiento, déjame,
mañana seré tuyo,
volveré a ser tu presa.
Pero hoy,
mientras la luz araña en los árboles y pide
una oportunidad,
quiero que me recoja la inútil primavera.
A la casa del frío
regresaré mañana, cuando el tiempo
exponga sus razones
y el corazón pregunte
lo que falta por ver,
cuántos latidos
pueden quedarle para detenerse.
Luis García Montero
Un abrazo.
¡Qué belleza, Eva!
ResponderBorrarMucha gracias por ese poema de Luis García Montero.
¿cuántos latidos nos quedarán?