Está en el sofá, recogida,
hecha un ovillo. Habla
con su madre por teléfono.
Se ríe. Luego arruga un poco
el ceño. Esas cosas.
Yo, simplemente, la miro,
tiene luz, alma , vida,
me gusta verla, escuchar
su voz. A veces, no
puedo evitar decírmelo:
Qué suerte tienes, cabrón.
hecha un ovillo. Habla
con su madre por teléfono.
Se ríe. Luego arruga un poco
el ceño. Esas cosas.
Yo, simplemente, la miro,
tiene luz, alma , vida,
me gusta verla, escuchar
su voz. A veces, no
puedo evitar decírmelo:
Qué suerte tienes, cabrón.
Karmelo Iribarren
Pintura: Brown Gina
Dos veces equivocada ,la primera vez fijé el dieciocho como tu cumple.
ResponderBorrarPara colmo ayer no entré porque hemos estado los argentinos llenos de manifestaciones de distintos peronismos bastante contrariados.
Yo toda la tarde bloqueada en el centro.
A la mañana tuve que iniciar expedientes que me han quedado en la localidad de MORENO ,voy al centro y no regreso hasta las 0,30 ,un lío formidable.
Este año estoy viniendo cada semana todo junto pués estoy liquidando URGENTE trabajo(el último que pienso hacer) retrasado y es bastante pesado.
Aparte de gran poeta ,KARMELO parece ser un muy buen compañero de su mujer.
ResponderBorrarMuerta me ha dejado...¡Yo quiero escuchar esooo...! Jajaja
ResponderBorrarY tú, Beatriz, provocando ¿No? Jajaja
¡Babeo!
Saludos, amigas
Saludos a las dos. jajaja yo lo he escuchado "qué suerte tengo"
ResponderBorrarinolividable Karmelo, como me gusta
ResponderBorrargracias
qué suerte tiene! y qué peligro decirla a cuatro vientos!
ResponderBorrar¿Por qué, Marcelo? Por miedo de perderla? Déjalo que lo grite a los cuatro vientos... Es Karmelo, che.
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