Iba yo caminando por la calle
un
día de este invierno,
y
en una frutería cochambrosa y oscura,
sin
detenerme, al paso,
vi
un cesto de manzanas de arrebolada luz
y
encendido perfume (hebras de esa fragancia
me
siguieron un poco por la acera).
Estaban
allí juntas, apretadas, conformes,
y
todas sonreían.
Eloy Sánchez Rosillo
Conformes y sonreían.
ResponderBorrarSiempre magnífico Eloy Sánchez Rosillo.
¡Y tú que abres caminos!
Un abrazo, amiga.
Gracias Ana. Estoy triste...¿recuerdas a Clarissa del blog Con claridad? Anoche visitando su blog, intrigada por su ausencia, me enteré que ha fallecido.
ResponderBorrarEstoy triste, cuantas veces comentaba y nos escribíamos por mail.
Ay, la vida...
La recuerdo bien.
ResponderBorrarLo siento mucho, Beatriz.
Este modo de estar en contacto, cuando las personas son sinceras, provoca las mismas emociones y resulta tan real como conocerse físicamente.
Un abrazo, amiga.
Hola!
ResponderBorrarQue bonito el sitio de donde eres Beatriz!, lo he visto en fotos y es precioso.
Quizás tu amiga Clarissa sea como esas manzanas y tú sin darte cuenta has puesto su mensaje..y te sonria.
Lo siento mucho.
Un abrazo
Valentina
Gracias, Valentina.
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