Sentado al tibio sol de octubre
mientras escucho el sonido
del hombre
que varea las almendras.
Acabo de limpiar la casa y
esta mañana a las 7,30
ya había leído 3 poemas.
No escribo.
Soy casi feliz.
Soy casi de este mundo.
Tanta paz me inquieta.
Camille Pissarro
Cómo reconozco esa paz! Es tan intensa, tan profunda que hasta la respiración se torna tremendamente superficial; me produce tanto miedo que salgo inmediatamente de ella porque me da la sensación que voy a entrar en la nada. Bueno, son mis cosas...
ResponderBorrarEres privilegiada de sentir esa paz, Eva no escapes de esos momentos.
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