Amadeo

lunes, 3 de noviembre de 2014

Me levanté...


Me levanté
a beber un vaso de agua 
Y allí,
 a las tres de la madrugada,
con la vista clavada en el suelo 
y el sonido de la nevera
como música de fondo,
sólo Dios sabrá por qué
decidí hacer balance de mi vida.
Tuve suerte: el sueño 
llegó enseguida.

Karmelo Iribarren
Giarrano

6 comentarios:

  1. Ya, qué "amoroso" es Dios...siempre atento...

    Un beso, Beatriz. ¡Gracias!

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  2. Que suerte que fue un balance corto, y el sueño llegó luego

    Un abrazo. Beatriz

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  3. "... con el sonido del frigorifico de fondo..."
    Qué suerte que el sueño llegó pronto, mejor dormir y mañana será otro día.

    eva

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  4. Los sueños nos llevan y nos traen, Dentro de nosotros está cuanto somos y seremos.

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  5. Gracias a Dios yo no despierto en toda la noche.

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  6. Me gusta pensar que Karmelo el 3, y haciendo balances, conlleva una dedicatoria secreta...
    Un beso!

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