Jugaba al ajedrez y le gustaba
comer en restaurantes orientales,
los clásicos, las piernas de las chicas,
el zumo de tomate, la ternura,
el ciclismo, el valor y los caballos.
Odiaba a los oscuros intrigantes,
la usura, la mecánica y el basic,
y no pactó jamás con mercaderes
y con "ismos" que inventan los mediocres.
Yo le ame con locura, pero un día
se hartó de imaginarme diferente
y se fue. Como todos los fantasmas.
Amalia Bautista
Pierre Chevassu
Es nueva Amalia?
ResponderBorrareva
Tal cual ¡Como todos los fantasmas!
ResponderBorrarAmalia Bautista me suena a estreno, Eva, sí, pudiera ser... ¡Y me gusta!
Me cae mal el pamplinoso del poema. Inflexible, dogmático...Un panolis inconsistente con un personaje fabricado ¡Un fantasma!
Está, Amalia, está.
ResponderBorrarPanolis, palabra nueva para mí.