todos vamos ardiendo.
Llevamos amapolas en los labios
y una chispa de fuego en la mirada.
Sentimos que la sangre
nos golpea las sienes, las ingles, las muñecas.
Damos y recibimos rosas rojas
y rojo es el espejo de la alcoba en penumbra.
Cuando volvemos del amor, marchitos,
rechazados, culpables
o simplemente absurdos,
regresamos muy pálidos, muy fríos.
Con los ojos en blanco, más canas y la cifra
de leucocitos por las nubes,
somos un esqueleto y su derrota.
Pero seguimos yendo
Amalia Bautista
Omar Ortiz
Omar Ortiz
Ay! no, el amor no es eso.
ResponderBorrareva
Ni hace falta corazón siquiera. Seguimos yendo.
ResponderBorrar¿Qué tal hoy? Pues... si me recojo las vísceras, contexto en: tres, dos, uno...Leo "amapolas en los labios" y ya me ganó.
A "porta gayola" recibo yo el amor :-)
pero seguimos yendo....
ResponderBorrarA la persona de Cádiz que traduzca por favor: "a porta gayola" jeje
Beatriz
Con valentía, de frente, sin parapeto.
ResponderBorrarEs un término taurino, yo soy antitaurina pero existe todo un vocabulario asociado al mundo del toro- como ocurre por ejemplo con la navegación- que es una joyita.
Nosotros empleamos estas expresiones con mucha frecuencia. Un ejemplo: me estuvo dando capotazos, sinónimo de bandazos y, ambos, de esquivar, eludir...
¿Tú por qué estás anónima? :-)