Amadeo

martes, 7 de julio de 2015

Lemniscata




He aprendido que yo sólo existo
porque existes tú,
que antes que el yo
ya existía el nosotros
y que ambos formamos 
el símbolo eterno
de una lemniscata
que nos permite distanciarnos
sin dejar de ser la misma esencia.
Elegimos un infinito
movimiento cambiante
y sin embargo
permanecemos inequívocamente
únicos e irrepetibles
con la grandeza de nuestra identidad
enlazada en el espacio
sin nudos que nos aprisionen.


Begoña Abad

3 comentarios:

  1. La belleza del símbolo infinito es infinita
    Tú sabes el modo en que leemos poesía, abriendo la página al azar y siempre parece que fuese justamente el idóneo para ese día, ese momento. Hoy me desconcierta Begoña. Yo no conozco absolutamente a nadie así. Esta página no la escribió para mi.


    ResponderBorrar
  2. Madre mía, me encantaaaaaaaaaaa ... y la imagen, es perfectaaaaaaa ...
    Eres una artista ...

    ¡Un besooooooooo!!!

    ResponderBorrar