Caminan sin prisa,
ajenos al diluvio universal
de esta tarde de perros;
como si la especie estuviera
a salvo en la firme arca
de su abrazo frágil.
Sucede muchas veces
y de forma inexplicable:
en cada amor el mundo
se salva del naufragio.
Alfonso Brezmes
Me encanta Brezmes.
ResponderBorrarBesossss