Como puede decirlo
tan sólo quien no sabe lo que dice,
se me mueren en ti
los hombres que no he sido.
No he sido aquel que amaste, ni tampoco
el hombre que soñó que tú lo amabas.
No he sido el que ahora mismo te recuerda,
pues no recuerdo bien cuál fue mi sueño.
Posiblemente todos se extraviaron
por sendas que jamás transitaré.
Y ahora que en la noche llamo a alguien,
tan sólo aquel que un día tú quisiste
podría socorrerme si viviera.
Mas ese solamente estuvo vivo
el tiempo de tu tiempo y es por eso
mejor dejarlo aquí:
ya es tarde, me confundo
y debo abandonar a este que escribe
en aguas somnolientas y encontrarme
mañana con un ser desconocido
en este cuerpo mismo que me habita.
Mas, antes de entregarlo
a la disolución
la última pregunta:
¿podrá tal vez la vida devolverme,
con estos mismo ojos y este llanto,
de todos los que fueron sólo a aquel
que tuvo vida en ti?
Ausente como yo, mi voz responde:
tu vida fue verdad, querido Antonio,
tan sólo con el paso de la suya.
El resto, solamente
materia de un poema.
Antonio Praena
Bello, Bello, bellísimo. No sé qué me pasa últimamente que no puedo dejar de leer poesía. Será la ..
ResponderBorrar.primavera?
Cuando unoo necesita poesía para protegerse, el refugio es Sureando.
ResponderBorrarDe acuerdo contigo, Marcelo, este es "el refugio de los que aman la poesía".
ResponderBorrareva
Qué bonito como lo dice! Ser tan importante para la vida de alguien.
ResponderBorrarUn beso
Gracias Marcelo, acá estará tu refugio y el de todos los que aman la poesía.
ResponderBorrarGracias Eva por estar siempre.
Inés muchas gracias.
Abrazo a los tres.
amo leer Sureando Gracias Beatriz
ResponderBorrar¿Quién es él o la que ama leer Sureando?
ResponderBorrar