No te rindas ahora. Ese dolor
pequeño que te parece a ratos otra cosa,
una ola terrible
que amenaza llevarse por delante
algo más que la vida, es solo ruido
y alboroto.
Es el miedo que tiembla.
Un manotazo al aire que da el alma
para recomponerse.
No te rindas y espera.
Cuando el viento, de nuevo, se lo lleve,
verás el rostro intacto de las cosas,
la obstinada belleza de lo que te rodea.
Alfredo Buxán
Feliz Año, Beatriz.
ResponderBorrarBello poema.
Besos
Qué estremecimiento este poema, muchísimas gracias. Feliz año !!
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