¡Si me llamaras, sí, si me llamaras! Lo dejaría todo, todo lo tiraría: los precios, los catálogos, el azul del océano en los mapas, los días y sus noches, los telegramas viejos y un amor. Tú, que no eres mi amor, ¡si me llamaras! Y aún espero tu voz: telescopios abajo, desde la estrella, por espejos, por túneles, por los años bisiestos puede venir. No sé por dónde. Desde el prodigio, siempre. Porque si tú me llamas -¡si me llamaras, sí, si me llamaras!- será desde un milagro, incógnito, sin verlo. Nunca desde los labios que te beso, nunca desde la voz que dice: “No te vayas.” |
Buenos días Beatrice, muchas gracias por tus publicaciones siempre exquisitas y muchas veces oportunas...
ResponderBorrarMagnífico llamado, intenso y fuerte, que tenga retorno o quede guardado en el corazón que supo amar. Un abrazo!
ResponderBorrarMerci!
ResponderBorrarUno de mis poetas favoritos, precioso poema. Besos
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