lunes, 28 de septiembre de 2009

Relación de medianoche

Si entras a esa casa,
a medianoche,

si entras en ese mundo,
y sigiloso y en puntillas
dejas
quietas las manos,
con cuidado
no respiras,
y si los ojos fijas

en una hoja de papel en blanco
por algunas semanas,
y luego te desprendes,

aunque es difícil,
de tu cuerpo,

o si lo dejas en los años
que te quedan
por vivir,
y nadie hay en la casa,

y nadie hay en el mundo de la casa:
verás que el cigarrillo enciende al fumador,
y el vino se bebe al embriagado,
y el libro lee a su lector,
y la chaqueta se viste de su dueño,
y el pan engulle a sus hambrientos,
y el espejo
se mira en el azogue de la dama,
y de improviso se enciende una pared,
y asoma una cabeza, y la saludas,
o muy de súbito sale de tus hombros
el niño que serías, y lo besas,
o una mano en el aire arroja de improviso
abejas de oro sobre tu cabeza,
o ves llegar la madrugada
y te duermes en otra casa,
y en el sueño tratas
de buscar
lo que has perdido:

ese mundo real que ya no tienes,
porque entraste en el mundo
de los ojos irreales.

Salvo que entraras
de nuevo en esa casa...


Miguel Arteche
Pintura: Annenkov. Burning the midnight oil

3 comentarios:

auroraines dijo...

Qué bonito Beatriz, le das vida con tu mirda a todo lo estático en la casa, eso quiere decir, con las imágenes de tu recuerdo.
Me toca vivir esas experiencias cuando voy esas casas....está todo pero faltan la personas.
Un abrazo grande

paola dijo...

hola beatriz, he estado leyendote en estas horas. que bien eliges la poesia!!!
cariños desde tus tierras

Elvira dijo...

Me descubres muchos bellos poemas y estupendos pintores. Gracias y un beso

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