sábado, 30 de marzo de 2019

Viaje de vuelta



El viaje es el mismo
que hicieron tus ancestros:
volver a abrir la puerta
que cerraste con llave
el día que te fuiste
(ajeno a los peligros
que acechaban ocultos
tras la tapia del huerto)
a descubrir el mundo.

El olor a cerrado
se irá muy lentamente
y sentirá tu alma
la luz de la belleza
que permanece intacta
en el mismo recinto
todavía en penumbra
que iluminó tu infancia.

Sin la argolla del tiempo
pesando en la memoria,
como si no existiera.

Alfredo Buxán
Muchas gracias Alfredo, este poema vino directo al corazón.
Esa casa es la de mis abuelos maternos en Coruxo.

jueves, 28 de marzo de 2019

Razón de amor



No es sólo la pasión de los abrazos,
la saliva, el aroma, el vértigo, los besos
o el plácido desvelo de la ausencia.

Mi amor es la fábula y la trama,
el relato interior que sigue a cada encuentro,
la glosa que acompaña los adioses,
el minucioso examen de las frases
y el eco que tu voz le pone a mi silencio.

Mi amor es ser feliz y no engañarme
anticipando el daño del negro desengaño,
cuando el sexo se esfume en el recuerdo
remoto y resentido de un orgasmo.
El consentir la calma en las mareas
y atesorar las horas y los días
de la fiesta de luz que celebramos,
del banquete voraz de los sentidos.

Y abolir la frontera de los cuerpos,
detenernos, subiendo la escalera,
a besarnos en todos los peldaños.


Leopoldo Alas Mínguez

martes, 26 de marzo de 2019

Dios de lo pequeño



SEÑOR de las galaxias más remotas,
las que no tienen nombre,
las que apenas existen;
TÚ que gobiernas las Enanas Blancas
y las Supergigantes;
Tú que forjaste el asteroide oscuro
capaz de destruirnos con un roce;
Tú que detonas cada Supernova;
Tú que amontonas Agujeros Negros
en las pupilas ciegas de este Cosmos,
¿por qué esta margarita?

Daniel Cotta
Marc Ruel

viernes, 22 de marzo de 2019

Estaba loca



Estaba loca:
su tristeza no era de este mundo,
a veces estallaba a reír cuando me lloraba sus penas
y solía enredarse el pelo cuando le iba bien.

Se pintaba los labios antes de dormir:
‘quiero estar guapa para mis sueños’, me decía.
Luego se levantaba con el rímel corriéndose en sus ojeras,
como en mis mejores fantasías,
y me preguntaba la diferencia entre una nube y una ola.

Yo la observaba en silencio
-un silencio consciente,
pues ella era una de esas mujeres
que te hacen saberte derrotado antes de intentarlo-,
como si tratara de vencerla sin palabras,
como si esa fuera la única forma.
Ilusa.

En ocasiones
todo lo que hay más allá de alguien es superfluo
y todo lo que hay dentro de uno es redundante.
No lo sé,
le hubiera repetido un millón de veces por segundo
que era más guapa que un pájaro sobrevolando el mar
y que sabía más dulce que la caricia de un padre,
pero ella estaba loca,
loca como un silencio en medio de una escala,
y solo me besaba cuando me callaba.
Maldita zorra.

Solía decir que los peces eran gaviotas sin alas
y era imposible tocarla sin que gritara.
Yo lo disfrutaba: era un instrumento delicioso.

Cuando le decía que amaba su libertad
se desnudaba y subía las escaleras del portal sin ropa
mientras me decía que echaba de menos a su madre.

Cuando tenía miedo
se ponía el abrigo y se miraba al espejo,
entonces se reía de mí y se le pasaba.

Cuando tenía hambre
me acariciaba el pelo y me leía un libro
hasta que me quedaba dormida.
No sé qué hacía ella después,
pero cuando me levantaba ella seguía ahí
y mi pelo estaba lleno de flores.

Un día se fue diciendo algo que no entendí,
supongo que por eso empecé a escribir.
Me dijo:
no me estoy yendo,
solo soy un fantasma de todo lo que nunca tendrás.
Maldita zorra.
Maldita zorra loca.

Estaba loca,
joder,
estaba loca.

Tenía en su cabeza una locura preciosa.

¿Cómo no iba a perder la puta razón por ella?

Elvira Sastre

Annick Bouvier

jueves, 21 de marzo de 2019

Corta la vida...



Corta la vida o larga, todo
lo que vivimos se reduce
a un gris residuo en la memoria.
De los antiguos viajes quedan
las enigmáticas monedas
que pretenden valores falsos.
De la memoria sólo sube
un vago polvo y un perfume.
¿Acaso sea la poesía?


Ida Vitale
Rafael González

sábado, 16 de marzo de 2019

Dime



Dime si molesto,

dijo él al entrar,
porque me marcho inmediatamente.
No sólo molestas,
contesté,
pones patas arriba toda mi existencia.
Bienvenido.

Eeva Kilpi
Annick Bouvettier

jueves, 14 de marzo de 2019

Constante despedida



Estos días
los otros
los de nubes tristísimas e inmóviles
olor a madreselvas
algún trueno a lo lejos.

Estos días
los otros
los de aire sonriente y lejanías
con un pájaro roto en un alambre.

Estos días
los otros
este amor desgarrado por el mundo
esta diaria constante despedida.

Idea Vilariño
Andrew King

miércoles, 13 de marzo de 2019

El desconocido



El desconocido que pasa
y te encuentra todavía digna

de una fugitiva palabra de deseo,
acaso porque en la sombra de la noche tan dulce de mayo
todavía brillan tus ojos,
todavía tiene veinte años la ligera figura deslizante,
no sabe que fuiste
amada por aquel que amaste,
amada en plena y soberbia
delicia de amor,
y en ti no hay un mínimo rincón de la carne
o átomo del alma
que no tenga una marca de amor.
No sabe que viviste solo
para amar a aquel que te amaba,
y ni aunque quisieras
podrían arrancar de ti
esa vestidura por el amor tejida.
Él, ignorante,
en ti ya no bella, en ti ya no joven,
saluda la gracia del dios:
respira, al pasar,
en ti ya marchita, en ti abandonada,
el aroma precioso del dios.


Ada Negri
Elena Arcangeli

martes, 12 de marzo de 2019

Castaño



¿Es locura —o bien juicio recobrado—
detener el andar, pararse en medio
de la acera del día para hablarle
al árbol retoñado que se encuentra
delante de nosotros? Para hablarle
muy de cerca aunque mudos y por dentro,
sin musitar palabra, pero hablarle
como lo haríamos ante el amigo
bueno con quien estamos siempre a gusto.
Yo me detengo a veces de este modo.
Me pongo en un rincón, junto al lugar
que ya se había transformado en casa,
en seguro recinto de la vida,
y oigo el temblor de todas esas hojas
como un pueblo con una sola lengua;
escucho el agua de ese movimiento
que es libertad al tiempo que destino,
y en su verdor iluminado aprendo
a ser mejor y más el ser que quiero.

Antonio Moreno

jueves, 7 de marzo de 2019

Autorretrato en un tren



No hay nada personal en este almendro, todo florecido
junto al verdor oscuro de un naranjo y el sol de media tarde,
pero es como si en tal rincón se hallara lo que es más mío.

Miro el verdín que crece entre la luz húmeda de la tierra,
y el color de los frutos, y algunas diminutas flores blancas.


Y queda mi reflejo en el cristal mientras el tren se aleja.

Antonio Moreno
Pissarro

miércoles, 6 de marzo de 2019

Búsqueda eterna





Como se entra en los muslos que uno ama,
con turbación y miedo,
buscando salvación, placer, ternura,
consuelo, vida, muerte,

así he entrado en los libros,
abriendo, acariciando, desgarrando,
en busca de palabras sanadoras,
de signos, de senderos luminosos,

asaltándome siempre,
muy dentro del abrazo o el poema,

la misma pesadumbre,
el mismo hondo silencio.

Pedro Sevilla

martes, 5 de marzo de 2019

Aquel día




Me dirás que no es cierto, pero de vez en cuando parece
que el mundo se detiene. Que ha dejado de girar y,

por una vez amable con nosotros y como avisándonos,
nos prolonga ese preciso momento, por siempre.

Me dirás que soy un exagerado,
que las cosas de las que te hablo no son tan importantes,
tan definitivas, comparadas con otras que pasaron.

Pero cuando aquella tarde de julio,
siendo aún joven, aún tímido,
vi a todos los de casa jugando al fútbol en aquel prado,
lo mismo la niña más pequeña que los más ancianos,
en aquel momento comprendí
que pronto algunos de nosotros,
y aquel lugar,
habrían desaparecido.

Aquel día no sucedió nada especial,
pero aquel momento,
aquel día de abejas de leche y prados de cera,
para mí será único siempre.


Kirmen Uribe
Andrew Macara

domingo, 3 de marzo de 2019

Haya







Imaz, de Alzo, plantó un retoño de haya
en el monte Basaitz, el año que conoció a su mujer.

Lo cuidó con esmero durante toda su vida,
y rodeándolo con su cinturón notaba cómo crecía.

Fue uno de los mejores escribiendo coplas,
y murió en 1893. Su mujer, veinticinco días después.

Para abarcar el contorno del haya, hoy en día
le haría falta un cinturón de cinco metros.



Kirmen Uribe.
Ken Bushe

sábado, 2 de marzo de 2019

Un libro



Un día mi madre
me llevó al mercado
Allá me compró un pollito. 
Estaba dentro 
de una caja de cartón
(....)
Un libro es eso: 
Una caja de cartón
Con algo vivo dentro.


Kirmen Uribe
Quint Buchholz
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