El susto de ver el primer mendigo.
Y el susto de ver que mi madre
pasaba sin asustarse.
Y el susto de ver que mi madre
pasaba sin asustarse.
Geraldino Brasil
Pintura:
blog de rescate de la historia familiar, de la patagonia, vivencias, recuerdos, arte y poesía
4 comentarios:
Cuando mi hijo era pequeño siempre tenía que llevar monedas en mis bolsillos porque se paraba delante y me pedía dinero, a viva voz. Si me hacía la despistada él insistía sin moverse.
Yo soy muy tímida y rarita, la verdad, se me hacía violento sacar el monedero y elegir qué dar ante una persona necesitada de mucho más que unas simples monedas y un adiós.
Hay cosas que devuelve la memoria cuando menos lo esperas.
Recuerdas BEATRIZ ,cuando nos hablaban del 2000 y nos pintaban esos cuentos de la tecnologìa y el progreso ilimitados?
A veces contemplando la cantidad de mendigos que tenemos en este GOBIERNO POPULAR ARGENTINO en las puertas de las iglesias ,pienso que el siglo XXI resultó ser el PARIS DE RECHELIEU
Y ahora el temor de que el mendigo, no sea mendigo, nos hace seguir nuestro camino sin detenernos.
¿qué hacemos con nuestros niños?
Dos visiones de la realidad, la del niño, toda inocencia, y la de la madre, ya curtida y quizás engañada ya muchas veces por loque dice Beatriz, por temor a que el mendigo no sea mendigo. Cómo ha cambiado todo, santo Dios, y cómo ha cambiado todo para peor.
Abrazos para todos.
eva
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