domingo, 8 de diciembre de 2013

Los domingos

















Los domingos por la tarde
todas las ciudades
son iguales
o distintas.
Rincones perdidos,
esquinas ocultas,
callejones sin citas.
Los domingos por la tarde
todo lo inunda
una extraña luz vacía,
un sol que ciega
a los paseantes
moribundos.
Deambulan
por ciudades desconocidas,
por rincones olvidados;
los domingos por la tarde,
todos los seres
son noctámbulos.
Los domingos
se llenan las ciudades
de paseantes anónimos
en busca de
ese sol frío y claro
que todo lo invade.
Las ciudades se quedan
vacías
y sólo circulan
autómatas
sonámbulos
a bordo de vehículos
no tripulados.
José María Paz Gago
Hopper

5 comentarios:

Ana dijo...

No recuerdo ningún domingo mejor.
De niña íbamos a misa y por la tarde a la sesión de cine de Salesianos, con amigos. Se envuelven aún hoy, los recuerdos, de una atmósfera triste, lenta mortecina...

Ana dijo...

No pudo ser de otro modo. Hopper pintaba en domingo ¿Cómo conseguir ser Hopper ningún otro día?
Perfecta la entrada de hoy, nadie puede acertar más.
Un abrazo, amiga.

Beatrice dijo...

Gracias Ana. Hoy domingo llueve por estos lados, la primavera esquiva no quiere dar paso al verano.
Yo feliz, con la casa llena de voces...ojalá siempre esté así.

eva dijo...

Descripción exacta de un domingo.

Me alegro que seas feliz con la casa llena de voces,Beatriz,por aqui, mucho frio. Cómo celebras la Navidad con calor??? Me costaría mucho adaptarme a eso.

Abrazo.

eva

Beatrice dijo...

Siii, es difícil. Mis navidades siempre fueron con frío en Magallanes, pero por acá más al norte hace calor.
Son más bellas con nieve y al calor del fuego, pero en realidad donde estén los afectos está la felicidad.
Las navidades en soledad son las más tristes.
El calor y el frío son detalles.
Gracias por pasar y comentar Eva.

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