
Yo no volveré,
Y la noche tibia, 
serena y callada, 
dormirá el mundo, 
a los rayos de su luna solitaria. 
Mi cuerpo no estará allí, 
y por la abierta ventana 
entrará una brisa fresca, 
preguntando por mi alma. 
No sé si habrá quien me aguarde 
de mi doble ausencia larga, 
o quien bese mi recuerdo, 
entre caricias y lágrimas. 
Pero habrá estrellas y flores 
y suspiros y esperanzas, 
y amor en las avenidas, 
a la sombra de las ramas. 
Y sonará ese piano 
como en esta noche plácida, 
y no tendrá quien lo escuche 
pensativo, en mi ventana.
Juan Ramón Jiménez
Pintura: Long Journey, 1923, Frederic Cayley Robinson

2 comentarios:
ESTA POESÍA ME HA GUSTADO MUCHO.
GRACIAS POR DEJARLA PARA NUESTRO DISFRUTE.
UN BESO.
muy misteriosa la forma en que aquella mujer nos invita a ser parte de la escena. amo todas las pinturas de tu blog.
muy buen gusto
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