Envíame una carta, aunque se pierda.
Envíame unas velas encendidas, no sé,
un monte, por ejemplo, que me mire desde arriba.
Envíame sonatas, pergaminos,
capiteles corintios que apuntalen
esta luz de la tarde que resbala.
Algo de Brahms, el mar y su epicentro.
Banderas sin mancharse de colores,
que se puedan pintar como se quiera.
Y sobre todo aire, sin cauces, aire suelto.
De momento, la carta, aunque se pierda.
Blanca Sarasua
Judy Crowe
2 comentarios:
Me ha recordado a una de mis hermanas, que me envía algunas veces regalos parecidos.
Me encanta.
Un beso, querida Beatriz.
Qué maravilla todo lo que dejas.
Feliz fin de semana.
Que bonitoooooooooooo.
eva
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