Jardín de Luxemburgo
 
Está anocheciendo 
viene una noche seria por el este, 
 recelosa y taciturna.
La noche que viene de Asia 
 y no hace preguntas.
Qué bello es lo extraño, 
qué fría la felicidad.
Se encienden luces amarillas 
en las ventanas sobre el Sena
(he aquí algo realmente misterioso: 
la vida de otras personas).
Lo sé, en esta ciudad ya no existe el secreto.
Pero existen los plátanos, las plazas 
y los cafés, las calles afectuosas
y la mirada clara de las nubes 
que se va apagando lentamente.
 
Zagajewski 
 
 
 
          
      
 
  
  
 
2 comentarios:
Qué bello es lo extraño! Como un paquete a nombre nuestro en la puerta de casa. No sabemos si lo que contiene es peligroso, nos cambiará la vida para siempre, o ambas cosas.
Me gusta lo extraño, pero me asusta a la vez.
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