Nuestra amadísima, blanca juventud
ah, nuestra blanca, inmaculada juventud,
sin barreras y a la vez tan breve,
ah, nuestra blanca, inmaculada juventud,
sin barreras y a la vez tan breve,
extiende sobre nosotros sus alas
como un arcángel...
Por entero se consume, por entero ama,
desfallece y se esfuma
en los horizontes blancos.
Ay, allí va y se pierde
en los horizontes blancos,
se va para siempre.
(Konstantino Kavafis 1863 - 1933)
Cuadro de Renoir
3 comentarios:
Ciertas palabras, como Sur, como Patagonia, parecen ser poemas instantáneos. Apenas estuve unas horas en Punta Arenas una vez. Nada. Patagonia sigue siendo un poema-invitación a la belleza y, no sé aún por qué, al silencio.
Un placer conocerte.
Cuando se es joven no se debe perder la esperanza: la juventud es una enfermedad que se cura con el tiempo en casi todos los casos.
Divina providencia que hace fugaz la juventud y en definitiva la vida.
Besos
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