Mudanza
A fuerza de mudarme he aprendido
a no pegar los muebles a los muros, a no clavar muy hondo,
a atornillar sólo lo justo.
He aprendido a respetar
las huellas de los viejos inquilinos:
un clavo, una moldura,
una pequeña ménsula,
que dejo en su lugar aunque me estorben.
Algunas manchas las heredo sin limpiarlas,
entro en la nueva casa tratando de entender, es más, viendo por dónde habré de irme.
Dejo que la mudanza se disuelva como una fiebre,
como una costra que se cae,
no quiero hacer ruido.
Porque los viejos inquilinos nunca mueren.
Cuando nos vamos, cuando dejamos
otra vez los muros como los tuvimos,
siempre queda algún clavo de ellos
en un rincón o un estropicio
que no supimos resolver. Fabio Morábito
Pintura: Miguel Marazuela
6 comentarios:
Estoy iniciando mi mudanza:
a otra casa, a otra ciudad, a otra primavera.
Eso pensé ayer cuando vi el cuadro.
Ella sale, dejando la casa tan vacía tras de si...
Algunas veces es lo mejor. Es renacer.
Mi vida ha sido así también. Varias ciudades, muchas casas...
El poema me hizo recordar esos momentos. Sé lo que supone, lo que conlleva...
Qué todo sea para mejor.
Un abrazo grande Beatriz.
Anímate a colgar una foto de lo que más te agrade de tu nuevo hogar y un poema.
Besos amiga.
Gracias Ana, pero la entrada de ayer me nació sin pensar en la mudanza...eso creía yo, pero al verla hoy tienes toda la razón, soy yo mirando mi casa como va quedando vacía y sin vida.
Me llevaré hasta las plantas, ellas han ido conmigo de casa en casa, he trasladado árboles y siguen brotando como mi buganvilia.
Haré lo que dices cuando llegue a mi nuevo hogar.
Un abrazo
Yo también sé lo que lo que significa una mudanza, y aún me queda al menos, otra.
Espero que ésta tuya cumpla tus expectativas, que tu nuevo hogar sea una nueva luz para tí.
Por favor , no nos dejes...estés donde estés.
Un abrazo fuerte
Mucha suerte en este nuevo comienzo. Las palabras e imagen que has escogido son muy bellas, como siempre.
Sigo agradecida por Ana Moura. Un beso
Querida Beatriz: Yo me mudé el año pasado, atrás quedaron 35 años y el cambio fue un renacer. De una casa mal ubicada hacia la luz me cambie a otra llena de sol y llena de verde. Siento que aún estoy en el proceso de cambio, todavía quedan cosas que no se donde guardar, fotos y cartas en cajas, libros, cajitas, moldes, utensilios que se apilan en la bodega esperando llegar a ocupar un espacio en la nueva casa pero soy inmensamente feliz en esta pequeña casa en la pradera.El único inconveniente es que está a 2 km. del centro y yo no he manejado nunca y tampoco lo haré, pero la ventaja es que puedo salir a caminar aunque el viento no es un buen compañero. Felicidades Beatriz. Disfruta tu casa, arma tu jardín, vive cada instante y gozalo. Un abrazo.
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