Tantas horas en la barra
Y estos gloriosos momentos de soltura
Es profano el ritual
Y sagrada tu dominación del gesto
Rozan los dioses tu cuerpo
Que se mueve y se encuentra a cada paso
Como pájaro en un solitario país te levantas
Y rasgas el cielo
Es tan leve la caricia de sus pies sobre el tablero
Y tan suave el peso de tu cuerpo
Como el pensamiento del poeta
Siempre flotando y bailando
Antonio Basomba
Pintura: Hamish Blakely
2 comentarios:
Bonita entrada.
Ritmo, música, el ballet imprime carácter, disciplina, pocas carreras son tan sacrificadas como la de bailarina de clásico.
Maravilloso y sacrificado siempre bailando y tantas horas de ensayo.
Un saludo
Pienso que el hombre para ser bailarín tiene que ser genial.
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