Hablo de la muchacha
que tiene el rostro
desfigurado por el fuego
y los senos erguidos y dulces
como dos ventanas con luz,
del niño ciego al que su madre
le describe un color inventando palabras,
del beso leporino jamás dado,
de las manos que no llegaron a saber
que la llovizna es tibia
como el cuello de un pájaro,
del idiota que mira el ataúd
donde será enterrado su padre.
Hablo de Dios,
perfecto como un círculo,
y todopoderoso
y justo
y sabio.
que tiene el rostro
desfigurado por el fuego
y los senos erguidos y dulces
como dos ventanas con luz,
del niño ciego al que su madre
le describe un color inventando palabras,
del beso leporino jamás dado,
de las manos que no llegaron a saber
que la llovizna es tibia
como el cuello de un pájaro,
del idiota que mira el ataúd
donde será enterrado su padre.
Hablo de Dios,
perfecto como un círculo,
y todopoderoso
y justo
y sabio.
Piedad Bonnett
Pintura: Charnine
4 comentarios:
Tremendo este poema de Piedad, son las preguntas que uno se hace cuando ve el sufrimiento que existe en el mundo.
Hay ironía en estos versos, me pregunto cuál será la respuesta ante tanto injusto dolor.
Los niños deberían estar a salvo de todo sufrimiento, ser inmunes a los accidentes, a los defectos físicos, a las enfermedades,tener una infancia feliz...que después venga lo tro si tiene que venir.
"Hablo de Dios,
perfecto como un círculo,
y todopoderoso
y justo
y sabio."
Veo la ironía y no puedo remediar compartirla. Y tus palabras también.
Que espanto ,amiga ,soy una total luchadora por la incorporación o lucha tenaz por la incorporación de la infancia -tengan cualquier defecto fisico o psicològico que ahora se inventan tanto-a la vida normal.
Hay métodos y gente especializada para hacer evolucionar y perfeccionar esos mètodos PERO LOS AVIVADOS DE SIEMPRE QUE DETECTAN PERO NO SOLUCIONAN los evitan.
Me alegro de tu lucha Ana María, los niños son un tesoro y su infancia debiera estar protegida por decreto, pero todos los días vemos el sufrimiento y la injusticia.
La próxima semana tenemos en Chile la Teletón, una campaña titánica por conseguir fondos para la rehabilitación infantil. Comparto ese espíritu solidario, pero pienso que no tendrían que recurrir a la generosidad del pueblo para financiarse, el estado debería ser el responsable.
Ana, gracias por compartir mis palabras y las de Piedad.
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