Es preciso estar siempre ebrio.
Todo consiste en eso: es la única cuestión.
Para no sentir la horrible carga del tiempo,
que aplasta tus hombros y te inclina hacia la tierra,
es preciso que te embriagues sin tregua.
Pero ¿de qué?
De vino, de poesía o de virtud, de lo que te plazca.
Pero embriágate.
Y si alguna vez en los escalones de un palacio,
sobre la hierba verde de un foso,
en la soledad lúgubre de tu cuarto, te despiertas,
la embriaguez ya disminuida o ya desaparecida,
pregunta al viento, a la ola, a la estrella, al pájaro, al reloj,
a todo lo que huye, a todo lo que gime,
a todo lo que rueda, a todo lo que canta, a todo lo que habla,
pregúntales que hora es,
y el viento, la ola, la estrella, el pájaro, el reloj,
te responderán:
¡Es hora de embriagarse!
Para no ser esclavos martirizados del tiempo,
embriágate ¡embriágate sin cesar!
De vino, de poesía, o de virtud, de lo que te plazca
Enivrez-vous
...enivrez-vous, enivrez-vous sans cesse !
De vin, de poésie ou de vertu, à votre guise.
Todo consiste en eso: es la única cuestión.
Para no sentir la horrible carga del tiempo,
que aplasta tus hombros y te inclina hacia la tierra,
es preciso que te embriagues sin tregua.
Pero ¿de qué?
De vino, de poesía o de virtud, de lo que te plazca.
Pero embriágate.
Y si alguna vez en los escalones de un palacio,
sobre la hierba verde de un foso,
en la soledad lúgubre de tu cuarto, te despiertas,
la embriaguez ya disminuida o ya desaparecida,
pregunta al viento, a la ola, a la estrella, al pájaro, al reloj,
a todo lo que huye, a todo lo que gime,
a todo lo que rueda, a todo lo que canta, a todo lo que habla,
pregúntales que hora es,
y el viento, la ola, la estrella, el pájaro, el reloj,
te responderán:
¡Es hora de embriagarse!
Para no ser esclavos martirizados del tiempo,
embriágate ¡embriágate sin cesar!
De vino, de poesía, o de virtud, de lo que te plazca
Enivrez-vous
...enivrez-vous, enivrez-vous sans cesse !
De vin, de poésie ou de vertu, à votre guise.
Baudelaire
Pintura: Annenkov
6 comentarios:
Yo estoy en los escalones de tu blog embriagándome de esa pintura exquisita de Annenkov, me atrajo y después de leer a Baudelaire, creo que logró su objetivo Beatriz, es exquisito como el sabor del vino...
Justamente esta noche mientras cenaba estaba pensando en destapar alguna botella de vino tinto, me encanta ;) pero a veces lo dejo y tomo jugos o agua mineral.
Hay que embriagarse de vida amiga,
Chin-Chin, Salud!
Un beso
Divino Baudelaire, brindo a tu salud! Poco lo han dicho mejor que vos. Muy pocos.
Cuánto entusiasmo como recompensa...
Tengo yo este problema de la abstemia vital, asténica, que si no pongo remedio quedaré inmunizada de encantamiento en días. Corro riesgos tan absurdos, Beatriz. Elijo la poesía para que me embauque, el arte por doquier, la astronomía, el fútbol y un día de navegación al pairo.
De vino, de poesía de belleza...
Gracias Inés, chin chin!!!
De acuerdo total Marcelo.
Ay Ana, me has hecho ir a buscar eso del "pairo", se nota que vives a orillas del mar, pero tus encantamientos coinciden con los míos, arte, mucho arte, poesía y las estrellas...
Un abrazo amiga.
Cada día tendremos que embriagarnos màs para liberarnos de las preocupaciones que nos imponen los tiempos.
De buen vino Ana María, de buen vino, esos de Mendoza tienen fama de buenos.
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