A partir de entonces el mundo se
hizo suyo
a través de la lectura.
a través de la lectura.
Nunca más se sentiría sola, nunca más
añoraría
la compañía de un amigo querido.
Los libros se volvieron sus
únicos aliados.
Había uno para cada momento:
los de poesía eran
compañeros tranquilos,
los de aventuras eran bienvenidos cuando se
aburría
y las biografías cuando deseaba conocer a alguien.
Ya
adolescente, llegarían las historias de amor.
La tarde que descubrió
que podía leer;
se prometió leer un libro al día
durante el resto de su vida.
durante el resto de su vida.
Un árbol crece en Brooklyn. Betty Smith.
Pintura: Jef Larson
8 comentarios:
Edgar Allan Poe
El Cuervo
Cierta noche aciaga, cuando, con la mente cansada,
meditaba sobre varios libracos de sabiduría ancestral
y asentía, adormecido, de pronto se oyó un rasguido,
como si alguien muy suavemente llamara a mi portal.
"Es un visitante -me dije-, que está llamando al portal;
sólo eso y nada más."
¡Ah, recuerdo tan claramente aquel desolado diciembre!
Cada chispa resplandeciente dejaba un rastro espectral.
Yo esperaba ansioso el alba, pues no había hallado calma en mis libros, ni consuelo a la perdida abismal
de aquella a quien los ángeles Leonor podrán llamar
y aquí nadie nombrará.
Cada crujido de las cortinas purpúreas y cetrinas
me embargaba de dañinas dudas y mi sobresalto era tal
que, para calmar mi angustia repetí con voz mustia:
"No es sino un visitante que ha llegado a mi portal;
un tardío visitante esperando en mi portal.
Sólo eso y nada más".
Mas de pronto me animé y sin vacilación hablé:
"Caballero -dije-, o señora, me tendréis que disculpar
pues estaba adormecido cuando oí vuestro rasguido
y tan suave había sido vuestro golpe en mi portal
que dudé de haberlo oído...", y abrí de golpe el portal:
sólo sombras, nada más.
La noche miré de lleno, de temor y dudas pleno,
y soñé sueños que nadie osó soñar jamás;
pero en este silencio atroz, superior a toda voz,
sólo se oyó la palabra "Leonor", que yo me atreví a susurrar...
sí, susurré la palabra "Leonor" y un eco volvióla a nombrar.
Sólo eso y nada más.
Aunque mi alma ardía por dentro regresé a mis aposentos
pero pronto aquel rasguido se escuchó más pertinaz.
"Esta vez quien sea que llama ha llamado a mi ventana;
veré pues de qué se trata, que misterio habrá detrás.
Si mi corazón se aplaca lo podré desentrañar.
¡Es el viento y nada más!".
Mas cuando abrí la persiana se coló por la ventana,
agitando el plumaje, un cuervo muy solemne y ancestral.
Sin cumplido o miramiento, sin detenerse un momento,
con aire envarado y grave fue a posarse en mi portal,
en un pálido busto de Palas que hay encima del umbral;
fue, posóse y nada más.
Esta negra y torva ave tocó, con su aire grave,
en sonriente extrañeza mi gris solemnidad.
"Ese penacho rapado -le dije-, no te impide ser
osado, viejo cuervo desterrado de la negrura abisal;
¿cuál es tu tétrico nombre en el abismo infernal?"
Dijo el cuervo: "Nunca más".
Que una ave zarrapastrosa tuviera esa voz virtuosa
sorprendióme aunque el sentido fuera tan poco cabal,
pues acordaréis conmigo que pocos habrán tenido
ocasión de ver posado tal pájaro en su portal.
Ni ave ni bestia alguna en la estatua del portal
que se llamara "Nunca
Y el impávido cuervo osado aún sigue, sigue posado,
en el pálido busto de Palas que hay encima del portal;
y su mirada aguileña es la de un demonio que sueña,
cuya sombra el candil en el suelo proyecta fantasmal;
y mi alma, de esa sombra que allí flota fantasmal,
no se alzará...¡nunca más!.
Abrir un libro es realmente la mejor opción. El título de este es sugerente.
Gracias amiga.
Gracias, para ti también, Francisco.
Quizás fué única hija como yo.
Lo peor era que ,cuando tenía oportunidad de ir a una fiesta infantil ,en la misma ,añoraba la página del libro en donde habìa puesto el señalador.
Quien escribió esta poesí debío ser única hija.
Pensar que ,cuando podía ir a una fiesta infantil con nenes de mi edad ,me distraía pensando en la página de lectura en que habìa dejado el señalador.
Quien escribió esta poesí debío ser única hija.
Pensar que ,cuando podía ir a una fiesta infantil con nenes de mi edad ,me distraía pensando en la página de lectura en que habìa dejado el señalador.
Quien escribió esta poesí debío ser única hija.
Pensar que ,cuando podía ir a una fiesta infantil con nenes de mi edad ,me distraía pensando en la página de lectura en que habìa dejado el señalador.
Quien borra los comentarios ,alguna PEGASITA que anda por aquí Francisco?
Hija única en parte como lo fuí yo.
Gracias Francisco por el poema.
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