Conocerás la luz,
el mar variable que precede al origen
y es ulterior al mundo,
las laboriosas hormigas dispersas por la senda
repitiendo el afán inútil de los hombres.
Conocerás la sed del agua y la del vino
y aquella de los cuerpos más terrible
que no querrás saciar ni acaso puedas nunca.
Conocerás la llama, la rosa y el cristal.
La dicha desde luego conocerás un poco,
suave nube sin aire que pasó y no ha pasado,
la desatada música que es,
igual que el tiempo, un artificio.
No podría olvidar las injusticias que harás
y que han de hacerte,
el grito, la pared, la muchedumbre,
las incontables horas de ajetreo precisas
cada día si quieres resolver
un ínfimo momento sosegado,
y esa noche de lluvia en que estarás muy sola.
Conocerás también la estatua, el libro, el espejo,
el relámpago y la taza,
la sangre que discurre buscando una salida,
la mosca pertinaz, la inapartable muerte
que no ha de consentir que te conozcas.
Un sueño sin piedad sabe tus días.
Números, padres, ríos, sombras,
luna –espléndido dolor–
te aguardan.
Nace.
F. Aramburu el mar variable que precede al origen
y es ulterior al mundo,
las laboriosas hormigas dispersas por la senda
repitiendo el afán inútil de los hombres.
Conocerás la sed del agua y la del vino
y aquella de los cuerpos más terrible
que no querrás saciar ni acaso puedas nunca.
Conocerás la llama, la rosa y el cristal.
La dicha desde luego conocerás un poco,
suave nube sin aire que pasó y no ha pasado,
la desatada música que es,
igual que el tiempo, un artificio.
No podría olvidar las injusticias que harás
y que han de hacerte,
el grito, la pared, la muchedumbre,
las incontables horas de ajetreo precisas
cada día si quieres resolver
un ínfimo momento sosegado,
y esa noche de lluvia en que estarás muy sola.
Conocerás también la estatua, el libro, el espejo,
el relámpago y la taza,
la sangre que discurre buscando una salida,
la mosca pertinaz, la inapartable muerte
que no ha de consentir que te conozcas.
Un sueño sin piedad sabe tus días.
Números, padres, ríos, sombras,
luna –espléndido dolor–
te aguardan.
Nace.
¡Feliz cumpleaños!
7 comentarios:
Qué hermoso... preciosa la foto y el poema.
¡FELIZ CUMPLEAÑOS!
Esta entrada es preciosa, muy buen regalo de cumpleaños.
Yo, como madre, no puedo quedarme impasible ante este poema,me ha emocionado como ninguno.
FELIZ CUMPLEAÑOS Y QUE CUMPLAS MUCHOS MAS!!!
eva
Maravilloso...!
Con tu permiso, lo compartiré con mi hija, mi Cata, que pronto estará de cumpleaños.
Gracias amiga querida
Gracias a todos por sus comentarios.
El poema y ella son preciosos.
Recién regreso del sur ,queriendo volver al sur.
Emocionante la poesía y el retrato sublime.
SOLO FLORES QUE SU PLANTA PISE Y AUNQUE TARDE ,FELIZ CUMPLEAÑOS!!!!!
Gracias Ana María, bienvenida al sur.
Publicar un comentario