Últimamente,
cuando
me asomo al espejo,
es mi
abuelo el que me mira,
más que
mi padre.
Cincuenta
años
para
empezar a cobrar
la única
herencia que me dejó,
y que
acabará matándome.
Karmelo Iribarren
Pintura:Fabian Perez
2 comentarios:
Ataduras
Sándor Marai, La herencia de Eszter.
Curioso premio encuentro siempre en tu blog al ir de sugerencia en sugerencia. Salio esta de 2008.
Lo que guardas en este blog tiene un gran valor. Es una hermosa herencia viva.
Buen domingo, amiga, que aún te esperan sus horas.
Gracias, Ana. Además del domingo me quedan las fiestas del año nuevo. No me gustan estas semanas, quiero que pasen rapidito.
¡Qué grande y bello está tu hijo, amiga!
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