Y ella:
«Como más le guste.»
Dije: «¿Elegimos Carole?»
Y ella:
«Por el momento, acepto.»
Dije: «¿Está usted sola?»
Y ella:
«No, estoy con usted.»
Dije: «¿ Y si hacemos el amor?»
Y ella:
«Su deseo tiene todos los derechos.»
Dije: «¿Qué clase de hombres le gustan?»
Y ella:
«Croupiers, industriales, profesores de natación.»
Dije: «¿Sus preferencias?»
Y ella:
«Los hombres tristes, pero no demasiado.»
Dije: «¿Vamos a comer?»
Y ella:
«Las ostras son un buen preludio.»
Dije: «¿Lee usted libros?»
y ella:
«Sartre, Camus y Thomas Mann.»
Dije: «Tiene usted unos pechos muy bonitos.»
Y ella:
«Sí, a mí también me gustan.»
Dije: «Es usted prácticamente divina.»
Y ella:
«Tiene usted razón.»
Dije: «¿Qué le gusta que le regalen?»
Y ella:
«A lo mejor esto es gratis.»
Hicimos el amor
el lunes, el martes, el domingo
y el lunes siguiente.
Discutimos sobre Flaubert,
luego sobre Tolstói.
Dije:
«Tiene usted unas rodillas inolvidables.»
Y ella:
«¿Sólo las rodillas?»
Nos cansamos el uno del otro
el mismo día, a la misma hora,
lo cual es infrecuente y virtuoso.
Alain Bosquet
4 comentarios:
Como me ha gustadoooooooooooooooo!!!
Deseosa de llegar al final por ver qué ocurría(hasta me he sentído la protagonista ), qué cosas tienen la poesía, Beatriz ( y mi imaginación...)
Porqué no habrá llegado este "manual de seduccion" a mi vida hace ya muchos años???
Me gustaria tener INNUMERABLES encuentros asi de breves e intensos y con ese final, siempre seduciendo y siendo seducida, saboreando sólamente la miel del primer encuentro. Ay!!!
eva
Un diálogo amoroso con muuuuucha libertad. Me alegro que te haya gustado, Eva.
Un abrazo.
Quisiera yo cansarme así! Coincido, es bellísimo
Yo también quisiera...y tener esos diálogos tan especiales todas las veces.
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