cuando la palabra ya no cabe
el eco de alguna flor amarilla
ha dejado de caer.
¿Acaso seremos lluvia?
Piel turbia de recuerdos.
Nada se escucha a esta hora.
Los rumores
han perdido la memoria.
Sombras,
pasos oscuros.
Lejanía de algún instante claro.
Paura Rodríguez
5 comentarios:
Qué buen gusto tienes, Beatriz. Félix día.
Besossss
Gracias Maite. Tu blog también es precioso.
Yo no sé si con alguien que sabe expresar de un modo tan sublime las emociones será fácil convivir. Creo que no. Debe ser excitante, como todo en esta vida, un tiempo.
¡Pero qué belleza plasma!
Leo el poema y coincide con la música de un fado. Tristeza,melancolía, desasosiego, miedo, sentir que todo acaba, en qué nos convertiremos? No quiero dejarme arrastrar por estas sensaciones, voy a fingir que todo es perfecto, que la tristeza no me invade, que la melancolía es privativa de los poetas, que el desasosiego sólo es una invención de mi mente, que el miedo... acaso el miedo existe???. No quiero volver a alimentar el monstruo de la realidad, volveré al absurdo de refugiarme en mi niñez, allí me quedo, hay calidez, ignorancia, felicidad, paz,quiero volver al abrazo de mi madre, a sentir el vaiven de esa mecedora en esa habitación en la que se respiraba un aire fresco, limpio, el sol se colaba por las cortinas de la ventana y yo sólo sentía el vaivén lento de esa mecedora.
No es absurdo refugiarse en la niñez, no hay país más acogedor que ése. Un abrazo Eva.
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