Otra vez ha pasado
por mi puerta
la belleza
casi huyendo
sin que pudiera verla.
Otra vez
han de inventar mis manos
el estremecimiento de su cuerpo
en la oscuridad,
cultivar mis párpados
la costumbre cada día más frágil
de pensarla
y cumplir mis ojos la penitencia
de la ausencia
donde ella,
indiferente, resplandece
como si nada supiera
de la muerte.
Alfredo Buxán
3 comentarios:
Bello, poema!!
Besos, Beatriz
Hola Beatriz:
Al ver una respuesta que te da en su blog nuestro común amigo Marcelo y en que menciona la condición de chilenos de sus dos comentaristas anteriores, me saltó la duda de quién será esa Beatriz compatriota. Por ello entré a tu página y descubro que Sureando sigue tan campante, interesante y poético como sucede desde hace años.
Me alegro haberte redescubierto y espero volver a esta página más seguido.
Un beso.
Gracias Esteban, somos pocos los fieles adictos a los blogs y Marcelo nuestro común amigo también, aunque tarda en aparecer.
Un abrazo desde Concepción.
Beatriz
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