en una tarde de invierno en Punta Arenas.
Las calles nevadas, los sueños limpios.
Deseo volver a mis mañanas de infancia,
camino a la escuela,
con el gorro de lana cubriendo mis orejas
y mis bototos rompiendo la paz
de la nieve acumulada en la vereda.
La infancia no es más que una quimera
y lo único real son los sentimientos
maltrechos del hombre que recuerda.
Ramón Díaz Eterovic
Foto: 1944 cordón cuneta
4 comentarios:
Oh, me encantaría tener mis recuerdos de infancia en un lugar así. Donde el frío esta acompañado de calor. O sea... un lugar donde el frío se sabe dominar... no como acá, el frío me desconcerta en mala. Acá se pasa frío, porque no se le respeta. Se piensa que no existe.
Yo ahora tengo frío. Y trato de respetarlo, pero si fuera del sur, te apuesto que sabría pararle los carros!
Nostalgia de imagen.
Abrazos
Se me pasó por alto este post. ¡¡QUé belleza !!¿quienes serían esos niños? Recuerdo haberme tirado tantas veces en trineo por "la Colón"
Y sin embargo, a pesar de los maltrechos recuerdos uno sabe que fue el momento más pleno, más hermoso y más llenos de regalos amorosos de toda la existencia...
Más cuando nos damos cuentas ya es tarde...
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