Tal vez no aparecerás nunca más,
pienso en esta tarde de un sol
que anuncia la resurrección,
porque todo resucita tras el viaje al infierno.
Y la semilla de la esperanza
siempre creo verla en la tierra arrasada
del desamor florecer.
Tal vez no te veré nunca más,
porque yo mismo he lanzado una piedra
al pozo donde no debía despertar ecos,
pero en mi memoria sólo eres
la muchacha que me mostraba los magnolios
recién florecidos en la Plaza Ñuñoa
Sólo recordaré de ti ese gesto
y vestida de un tiempo que nada marchita.
Eres para siempre la única amada espiga
que debe traer la felicidad que no he sabido cuidar.
En el reino de la muerte
serás el único sol
que añoraré contemplar.
Teillier
3 comentarios:
magnolios verdad? qué lindo! es tu jardín hoy?
Una imagen espléndida: pura poesía, emoción a flor de piel. Gracias por abrirnos el jardín de tu alma.
www.anaisabeltrigo.com
La belleza es efímera, pero ahi están los recuerdos...
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