Antes de la república
y del himno nacional.
Antes de los decretos
y la constitución política.
Antes de los colonizadores del sur de Chile
y de los primeros gringos
que llegaron aquí como a la tierra prometida.
Antes de la iglesia
y la imágenes del cuerpo torturado de Cristo
y del gesto de dolor póstumo en su rostro.
Antes de la libra esterlina,
del idioma inglés
y del castellano.
Antes de los estudios topográficos
y de los buscadores de oro.
Antes de la propiedad privada
y la plusvalía.
Antes de la desolación y las epidemias.
Antes de los cazadores de indios
y de la invención del odio.
Antes de la división de la tierra
y la plenitud del olvido.
Antes…
Antes…
La Patagonia era la patria.
La creación pura
que surgía desde el amor y el instinto
de los pueblos que la habitaban y la vivían
en un estadio anterior a la esclavitud.
Que honraban a sus dioses todos los días
como santos,
y no creían en la existencia real de la muerte.
Antes de este mundo
la mirada humana no tenía término.
Su existencia tenía la dimensión de los misterios.
La Patagonia era infinita.
Y dejó de serlo,
con la fundación de este tiempo
y las profecías del exterminio,
a partir de la segunda mitad
del siglo diecinueve
de Nuestra Era.
Pavel Oyarzún
Foto: Nao Victoria, San Julián, 2006
3 comentarios:
¡Qué lindo!
Por favor, que no se pierda todo esto. Es verdad, da miedo que por un descuido todo se esfume.
Creo que deberías imprimir todo ahora y ya.
espero que las fotografías las tengas respaldadas.
Un besote.
Gracias MNB por tu interés y por tus comentarios. Las fotos están respaldadas, pero el blog depende de San Blogger, aunque de vez en cuando respaldo la plantilla, no sé si eso servirá de algo.
Un abrazo
He oído hablar de la plantilla, pero no tengo idea de lo que es. Soy bien ignorante en esto.
Yo imprimiría los textos y les escribiría a qué foto pertenecen.
Cariños.
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