Narciso tenía hambre,
miró las aguas
para ver si hay peces
y se encontró con él.
Este accidente de la historia
cuesta mundos a los pobres mortales.
Tienen hambre de sí mismos,
y se encontró con él.
Este accidente de la historia
cuesta mundos a los pobres mortales.
Tienen hambre de sí mismos,
pero en verdad
nunca se miran a sí mismos,
nunca se miran a sí mismos,
son mirados
y de ahí viene la costumbre
de devorarnos
bajo un sí mismo
sostenido mayor.
Juan Gelman
Pintura: Echo & Narcissus de Waterhouse
3 comentarios:
Es peligroso enamorarse de uno mismo, puede encontrar un mal destino. La ninfa Eco, nunca perdonó a Narciso.
muy buen poema de Juan Gelman.
Saludos
Cuánto hambre, cuánto el vacío. Aun no se asquean de los engaños del escaparate... cuando pulsan el espejo y penetran en esa imagen, tan infable por tan propia, por tan una... ay de cuando narciso se ahoga en las aguas de su reflejo, cuando en los rostros de los otros sólo buasca reconocerse y descubre las profundas aguas de ese lago tan apraentemente tranquilo... ay del frío del agua, ay de la asfixia... ay de la salvación de sólo escuchar los ecos de nuestras propias voces, del sacrificiio por la verdad, ay de cuán profundo ese lago...
¡Qué linda pintura y bello poema!
Creo que la mayoría de la gente tiene algo de narcisismo.
Un abrazo.
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