Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte
contemplando cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando,
cuán presto se va el placer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parecer,
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.
Coplas por la muerte de su padre. Jorge Manrique (1440-1479)
Pintura: Leyendo al abuelo, Albert Anker
4 comentarios:
Gracias! le avisaré a mi alma dormida, y le diré al seso que despierte...
Muy bueno!
¡Qué lindo!
Me acuerdo de:
Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en la mar,
que es el morir;
allí van los señoríos
derechos a acabar
y consumir;
allí los ríos caudales,
allí los otros medianos
y más chicos,
allegados, son iguales
los que viven por sus manos
y los ricos.
Gracias MNB, muy bello lo que escribiste.
Marcelo: yo también hice lo mismo.
Siempre me ha encantado esta poesía
Igual sentí yo cuando murió mi padre.
Un beso desde el alma.
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