Como otras veces,
como demasiadas veces.
Nada parecía poder detener
este sol.
Ya sólo resta
un ciego sonido de lumbres.
La boca del cielo
se cierra
y solo, un rastrojo de las sombras.
El encrespado batido de luces
se pierde
en un atardecer violeta.
Esta música
abanica
cualquier corazón.
Lisandro González
Pintura: John Atkinson Grimshaw
3 comentarios:
La música calma las fieras de cualquier atardecer malo..
Bonita publicación.
Beatriz, aprovecho para desearte Felíz Navidad a vos y a los tuyos.
UN beso grande.:-)
Sin embargo este atardecer es especial, como todos los atardeceres ninguno se repite, es un atardecer violeta. ¿Por qué será que cada atardecer tiene su belleza?.
saludos y Feliz Navidad, junto a los seres que amas.
¿Habéis deseado alguna vez detener un instante el universo?
¿Detener este giro que nos lleva y nos aleja de quienes fuímos?
Creo sentir esta ilusión al cerrar los ojos ante la ventana del Oeste.
Gracias de nuevo.
Un abrazo doble, para que lleves uno a tu madre.
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