Ese calor que dejas en el lecho
al levantarte...
nada tan tierno, nada tan sutil
e inaprensible, nada tan íntimo.
El calor de tu cuerpo,
plumón de pájaro,
levedad de un ala,
ángel ignoto que dejó
su presencia invisible
en ese lugar que delimita,
impreciso, tu cuerpo;
tu cuerpo, leve peso,
pero tenue, más tenue, la tibieza
de ese rescoldo
sin materia, sin forma,
ingravidez diluida,
brasa última apagándose...
Frontera vaga, límite al no ser,
ese calor silente y hondo
que por los dedos asciende
en corriente amorosa,
hilos de rocío envolviendo
en una diana de ardor
el corazón.
al levantarte...
nada tan tierno, nada tan sutil
e inaprensible, nada tan íntimo.
El calor de tu cuerpo,
plumón de pájaro,
levedad de un ala,
ángel ignoto que dejó
su presencia invisible
en ese lugar que delimita,
impreciso, tu cuerpo;
tu cuerpo, leve peso,
pero tenue, más tenue, la tibieza
de ese rescoldo
sin materia, sin forma,
ingravidez diluida,
brasa última apagándose...
Frontera vaga, límite al no ser,
ese calor silente y hondo
que por los dedos asciende
en corriente amorosa,
hilos de rocío envolviendo
en una diana de ardor
el corazón.
Xulio López Valcárcel en el blog de Antón
(Traducción del gallego: Diana Varela Puñal)
Pintura: Radiance. Rob Hefferan
Pintura: Radiance. Rob Hefferan
3 comentarios:
Ni sé qué decir...Creo que decir que estoy en blanco me hará parecer excesivamente espontánea, fuera de lugar. Podría volver más tarde y hacer el comentario una vez que haya recobrado la luz...
Prefiero decir lo que siento, que estoy sin palabras.
Entre Xulio y tú me habéis dejado sin palabras.
Muchas gracias. Buscaré más sobre este poeta.
-Besos a la familia-
Hermoso, palabras de alguien que tiene cautivo y a gusto, el corazón.
Un beso
Mil gracias una vez más por esta entrada( y van tantas...).
Es pura magia lo que haces,
y si supieras cuánto lo necesitamos algunos...
Un enorme abrazo , Beatriz
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