Tener un jardín, es dejarse tener por él
y su eterno movimiento de partida.
Flores, semillas y plantas
mueren para siempre o se renuevan.
Hay poda y hay momentos,
en el ocaso dulce de una tarde de verano,
para verlo excediéndose de sí,
mientras la sombra de su caída
anuncia en el macizo fulgor de marzo,
o en el dormir sin sueño del sujeto cuando muere,
mientras la especie que lo contiene no cesa de forjarse.
El jardín exige, a su jardinera verlo morir.
Diana Bellesi
Pintura: Allan Banks
y su eterno movimiento de partida.
Flores, semillas y plantas
mueren para siempre o se renuevan.
Hay poda y hay momentos,
en el ocaso dulce de una tarde de verano,
para verlo excediéndose de sí,
mientras la sombra de su caída
anuncia en el macizo fulgor de marzo,
o en el dormir sin sueño del sujeto cuando muere,
mientras la especie que lo contiene no cesa de forjarse.
El jardín exige, a su jardinera verlo morir.
Diana Bellesi
Pintura: Allan Banks
4 comentarios:
Ayer llegaron mis plantas y árboles a mi nueva casa.
La buganvilia grande y vertical, podada de sus ramas, con unos pequeños brotes asomándose,la noté muy seria.
Los jazmines agachados, temerosos, sus raíces adoloridas.
La madreselva exuberante, plena de hojas, está preocupada.
La lavanda llegó apretadita, al parecer no extrañó nada.
La camelia con sus flores se acostó enseguida al sol y no manifestó palabra.
Los canelos buscaron la sombra de inmediato.
La higuera que René me regaló para este nuevo jardín las esperaba a todas con un pequeño fruto.
Yo sembré margaritas y lupinos y unos almácigos de perejil para darles la bienvenida.
Ni que decir de las rosas, se sienten en su casa, todas brotando en abundancia.
Una azalea rosada está en su plenitud, pero su compañera está totalmente quieta junto a la menta.
Las nalcas esperan su lugar a la sombra y los geranios en sus macetas prometen florecer estén donde estén.
Les he dado la bienvenida y el agua a cada una, he abrazado a los árboles y las he tranquilizado a todas, sólo me queda esperar...
¡Qué bonito lo que has escrito, Beatriz! Pronto se tranquilizarán, ya verás. Pero puede que alguna extrañe su antiguo jardín... Para compensar, seguro que otras se pondrán más fuertes y lozanas en el nuevo.
He tenido que buscar nalcas en google, para ver cómo son. No las conocía.
Un abrazo
Gracias Elvira, tú me comprendes.
he olvidado mencionar al magnolio, permanece enhiesto en el medio del jardín y se niega a florecer.
¿Cómo no han sido tus palabras las protagonistas en la entrada de hoy?
Las voy a guardar.
Estás aferrada a la tierra, a la familia, al vínculo que te seguirá donde vayas y que te mantiene en unión con todo lo que amas, con todo lo que fuístes y lo que eres.
¡Cuánta belleza tendrá tu jardín!
Un abrazo Beatriz. Esparce besos de esta amiga por la tierra...
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