Si entras a esa casa,
a medianoche,
si entras en ese mundo,
y sigiloso y en puntillas
dejas quietas las manos,
con cuidado no respiras,
y si los ojos fijas
en una hoja de papel en blanco
por algunas semanas,
y luego te desprendes,
aunque es difícil,
de tu cuerpo,
o si lo dejas en los años
que te quedan por vivir,
y nadie hay en la casa,
y nadie hay en el mundo de la casa:
verás que el cigarrillo enciende al fumador,
y el vino se bebe al embriagado,
y el libro lee a su lector,
y la chaqueta se viste de su dueño,
y el pan engulle a sus hambrientos,
y el espejo se mira en el azogue de la dama,
y de improviso se enciende una pared,
y asoma una cabeza, y la saludas,
o muy de súbito sale de tus hombros
el niño que serías, y lo besas,
o una mano en el aire arroja de improviso
abejas de oro sobre tu cabeza,
o ves llegar la madrugada
y te duermes en otra casa,
y en el sueño tratas de buscar
lo que has perdido:
ese mundo real que ya no tienes,
porque entraste en el mundo
de los ojos irreales.
Salvo que entraras
de nuevo en esa casa...
Miguel Arteche
Pintura: Annenkov. Burning the midnight oil
AFECTOS
-
*Estorninos*
Fotografía
de
*El Confidencial*
AFECTOS
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que, entre mitologías,
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Hace 18 horas.
3 comentarios:
Qué bonito Beatriz, le das vida con tu mirda a todo lo estático en la casa, eso quiere decir, con las imágenes de tu recuerdo.
Me toca vivir esas experiencias cuando voy esas casas....está todo pero faltan la personas.
Un abrazo grande
hola beatriz, he estado leyendote en estas horas. que bien eliges la poesia!!!
cariños desde tus tierras
Me descubres muchos bellos poemas y estupendos pintores. Gracias y un beso
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